Oleo - 73 x 60 cm.
El sol va calentando el ambiente, pero también va cambiando los tonos invernales, los contrasta, los dora, y más adelante los enfría, porque los verdes van haciendo su aparición y las sombras, al estar al lado de los claros más fuertes, se acentúan, se van perdiendo esos tonos ambiguos agrisados que las nieblas y los fríos nos regalan, el difumino del invierno va dejando paso al pincel de carácter fuerte y enérgico de la primavera, los colores contundentes van apartando de la paleta todo lo que no sea fuerza y esperanza.
Pertenece a una colección privada